Según la leyenda Manco Cápac y Mama Ocllo, hijos del Dios Sol, salieron de las aguas del Lago Titicaca para cumplir con la misión que les encomendará su padre de fundar un imperio y civilizar a los pueblos. Les dio un Bastón de Oro con el cual debieran probar la tierra para fijar su residencia, y el lugar en donde se hundiera seria el indicado para fundar la capital del Imperio. Se dirigieron en dirección al noroeste del lago y después de mucho andar llegaron al cerro HUANACAURE, lugar en donde se hundió la barrilla y allí cumplieron el mandato del Sol fundando el imperio de los incas. Una vez establecidos, Manco Cápac enseño a los hombres los trabajos de agricultura y cerámica, Mama Ocllo se encargo de enseñar a las mujeres el arte de tejer, así como las labores domesticas de cocinar, lavar, etc.

Sea de una u otra forma como se interprete el origen místico de los incas y la fundación de Cuzco, la historia demuestra que desde tiempos primitivos la ciudad estuvo poblada por varias tribus que sometidas al mando de Manco Cápac se organizaron asimilaron otras culturas pre-incas y llegando a sentar las bases de un imperio que tuvo un máximo apogeo en el siglo XV con la formación del Tahuantinsuyo.